domingo, julio 29, 2007

Noche oscura

La hinchazón que permaneció oculta se hizo presente al derramar aquella gota en medio de la noche oscura. Llegó su gemelo y le preguntó por las veces en que se había equivocado. Dónde chingados está todo lo que dices.
Sin embargo, seguía haciendo las cosas, tal vez por pura carnalidad. Tiene intenciones de saberse envuelto de alguien que lo sustente. ¡Pero cómo putas podré hacerlo, si llevo tanto tiempo fuera de eso! No sé qué tengo que hacer, cómo hacer, chingada madre.
Mi hermano toma su tiempo para hacer lo suyo, tiene derecho. Pero tengo miedo, sí, miedo por él, que no sepa qué hacer en cuanto se de cuenta de su realidad. La realidad. Me parece que no sabrá enfrentarla, es díficil para él. No ha podido hacer lo que desea desde la vez en que cayó desde ese barranco. La caída no fue rápida: putazo aquí, torcedura acá, tallón en la rodilla. Y ni la muerte causó. La vida no se esfumo ahí. Hubiera podido ser más fácil la visita de La Muerte por aquellos rumbos. Pero creo que se perdió y no llegó a tiempo, según dicen.
Aún no le habla por teléfono, como quedaron. No tiene motivos para sentirse mal, según parece. Mejor que haga lo que tenga que hacer. Tan lo menos así se daría cuenta de la realidad.
Sí, ya sé. Es la realidad a la que le tiene miedo. Cierto, lo olvidaba. Pero algún día tiene que darse cuenta.

1 comentario:

Mrs.Nitro dijo...

miedo a la realidad...
¿Y quièn se escapa de temerle?